viernes, 25 de julio de 2014

Durmiendo con el enemigo

Es lamentable lo que le aconteció al técnico colombiano Jorge Luis Pinto en Costa Rica. El hombre se fajó, trago sapos (como dicen) y siguió hacia adelante para tratar de sacar el resultado en el Mundial de Fútbol. ¡Y de qué forma lo hizo!

La labor de Pinto con la selección tica fue encomiable, principalmente porque alguno de los resultados que obtuvo fue por la gallardía y entereza demostrada en la cancha, más que por el nivel técnico que demostraron.

Y es lamentable, porque quienes salen perdiendo son los hermanos costarricenses, pero es una muestra de que en muchas ocasiones es mejor eliminar las "manzanas podridas" de un vez (como dirían algunos) a esperar a que ciertas unidades cambien su mentalidad mezquina y obtusa o que con el tiempo acepten las directrices de quien lleva la batuta.

La responsabilidad es toda de la Federación Costarricense de Fútbol, que debió ponerle un alto a la situación y despejarle el camino al técnico colombiano. O también pudo ser que los directivos ticos no confiaban totalmente en Pinto y le colocaron espías a propósito.

Pero como señalé, el único perjudicado es el fútbol tico. En mi opinión, las posibilidades de que con Pinto se viviera una era satisfactoria de buen fútbol no solamente con el seleccionado, eran grandísimas, porque se completaría una segunda etapa teniendo como base todo lo recorrido en la primera.

No obstante, todo es difícil cuando se duerme con el enemigo. Pura Vida, mae.

jueves, 24 de julio de 2014

Chen, un ejemplo de perseverancia

Si actualmente existe un deportista panameño con perseverancia, ese es indudablemente que el capitalino Bruce Chen, estelar lanzador de los Reales de Kansas City.

En su última salida al montículo obtuvo una victoria de 7 por 1 sobre los Medias Blancas de Chicago, que le supuso empatar con Mariano Riva en el renglón de triunfos obtenidos por un serpentinero istmeño en la carpa grande, con un total de 82 triunfos.

Es decir, que en poco tiempo, quizás este domingo, podría convertirse en el máximo ganador panameño en las Grandes Ligas.

Chen, con 37 años a cuestas, presenta un récord de 82-78 en un periplo que lo ha llevado a 10 equipos durante sus 16 años en las Mayores, tiempo en el que ha tenido sus altas y sus bajas, no solamente por las lesiones, como le ocurrió al final de la temporada de 2007 que lo mantuvo alejado todo un año del diamante, sino también por sus notables inconsistencias en el montículo, que no le permitió una mayor estabilidad.

Debido a esto, en las campañas de 2002 y 2003 llegó a estar en cinco equipos diferentes (Mets, Montreal, Cincinnati, Houston y Boston) y con una pobre marca de 2-6.

No obstante, Chen mantuvo su confianza y enteza y siguió trabajando para buscar consolidarse en la carpa grande, algo que logra seis años después con los Reales de Kansas City, donde presenta récord de 47-41 en seis años.

Chiquidrácula va para técnico

El ex árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez, el “Chiquidrácula” del fútbol, acaba de anunciar su intención de dirigir selecciones nacionales con miras a un mundial de fútbol.

Según declaró a una televisora mexicana, tiene la fantasía de dirigir un seleccionado de fútbol y ¿por qué no? en un campeonato mundial. Grandes ínfulas ¿no?

¿Se imaginan?, Si en muchos partidos fue el gran protagonista y era solamente el árbitro, ¿qué podría pasar como técnico? Las muecas, gestos, rabietas y saltos de su paisano el “Piojo” Herrera, solo serían un mal chiste.

¡Ataja! Diría el Trespa. Definitivamente que sería una fantasía y, de muy mal gusto.

Pero prosigamos. Rodríguez declaró que tiene cursos sobre dirección técnica, pero que refrescaría sus conocimientos sobre la materia.

A propósito. ¿Están todos los técnicos panameños y los que participan en la Liga de Fútbol de Panamá (LPF) preparados para, realmente dirigir un equipo de fútbol? ¿Cuentan con los cursos necesarios y adecuados para estar al frente de tan inmensa responsabilidad?


Realmente no lo sabemos, pero muchas veces por lo que vemos en la pantalla de la televisión (debo confesar que así es) pareciera que no hay ni técnica ni muchos menos desenvolvimiento táctico en la cancha.

martes, 22 de julio de 2014

Un hombre que se promociona solo

Si hay un persona que con solo mencionar su nombre se promociona, ese sin lugar a dudas es el ex cuatro o ¿cinco? o ¿seis? veces campeón mundial de boxeo, el panameño Roberto “Mano de Piedra” Durán.

Sobre este humilde hombre, nacido en las entrañas mismas de los barrios populares, hay mil y una anécdotas, la mayor parte de ellas conocidas por amigos y simpatizantes porque el propio ex púgil se los contó en alguna ocasión.

Pero hay también otras historias muy significativas que muchos de nosotros, panameños todos, hemos vivido o escuchado de amigos con los que hemos compartido en el extranjero o en nuestro propio país.

Una de éstas me la contó el inmenso Fernando Alberto “Mamavila” Osorio, ex lanzador, y ex instructor santeño, que la vivió en el aeropuerto de Johannesburgo, en Sudáfrica, donde estuvo con una novena nacional de béisbol en alguna ocasión, en otra época.

“Estaba en el aeropuerto de Johannesburgo esperando la hora de nuestra partida, cuando se me antojó fumarme un cigarrillo. Traté de alejarme un poco de las personas que estaban a mi alrededor y me senté cerca de un macetero, en una esquina”, recordó.

“Estaba terminando el cigarrillo, cuando vi acercarse a un policía de casi seis metros de estatura y pensé: ´ya viene a llamarme la atención´. Se me acercó, me saludó con un ademán y me preguntó: ¿Eres de Panamá? Fue en ese momento que advertí que llevaba una camiseta que decía Panamá. Sí, le contesté. Sonrío y me preguntó: ¿Mano de Piedra Durán?”.

“Le sonreí y con un ademán le dije que sí e inmediatamente pensé: ‘Mira hasta dónde conocen al Cholo´. El policía me volvió a sonreír y se fue”, terminó diciendo “Mamavila”.

La otra anécdota que contaré, la viví en Filadelfia en 1998, en el marco de una actividad de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).  Estaba en medio de grandes figuras del boxeo mundial, entre ellos, el estadounidense Evander Holyfield y el francés Laurent Bouduani, que recordemos a vuelo de pájaro, cuando a nuestra mesa llegó un señor de origen asiático a saludar a todos los presentes.

Un colega venezolano recordó que era panameño y tras saludar al asiático vestido de gran ejecutivo, se dirigió hacia mí y me dijo: “Hey panameño, te presento a Soo Hwang Hong, te acuerdas de él, fue el que noqueó a (Héctor) Carrasquilla”.

En ese momento, el ex púgil surcoreano me dio la mano y me dijo: ´Durán, un monstruo´, a lo que le respondí, pero “Carrasquilla también fue un excelente boxeador”. Hong me sonrió y me dijo: ´un buen boxeador Carrasquilla, pero Durán, un monstruo´.

Esa fue la anécdota que recordé hace poco, cuando coincidí con Roberto Durán en una actividad donde la firma japonesa Seiko anunciaba el lanzamiento de un par de relojes de última generación.

Si bien también estuvo invitado el ex grandes ligas Carlos Lee, definitivamente que el “Cholo” fue la figura central de la actividad, y quien se robó toda la atención, tanto de ejecutivos japoneses como de periodistas, una vez culminó el acto protocolar, donde a los dos excelentes deportistas les fue obsequiado un reloj de los que estaban promocionando.

“Ayala, ya tengo reloj nuevo y del color que a mí me gusta. Estoy agradecido con la gente de Seiko por regalarme un reloj tan bonito”, palabras más, palabras menos, repitió en varias ocasiones Durán a los periodistas.

También mencionó estar preocupado por el boxeo panameño, principalmente por el aficionado, que se veía aletargado ante la falta de implementos deportivos adecuados y de otras tantas necesidades.

Habló de sus futuros planes, de su entrada al Salón de la Fama de Nevada en agosto próximo (el tercero al que será introducido, todos en Estados Unidos), de su película “Manos de Piedra”, de algunas anécdotas (indudablemente es el que mejor las cuenta) y de…tantas cosas, que los periodistas tuvieron la posibilidad de lograr notas económicas, de deportes y de películas cinematográficas, todas generadas por una sola persona.

En ese momento también recordé un comentario que hice en una ocasión a unos amigos: “Roberto Durán se promociona solo, no necesita libretos, ni introducciones preparadas para ganar la atención del público”.


Definitivamente coincido con el ex campeón Hong, el “Cholo” Durán es un monstruo. 

Amílcar: ¿el mejor fichaje de la LPF?

El fútbol panameño recibió durante las eliminatorias mundialistas con miras a Brasil 2014, una cantidad indescriptible y cuantitativamente indescifrable de entusiasmo, expectación y de pura adrenalina.

Estuvimos en la pelea hasta el último momento, y si bien no comparto la afirmación de que Panamá estuvo “a pocos minutos” de clasificar, la verdad es que ha sido la experiencia más “alentadora y gratificante” que ha tenido nuestro seleccionado y el humilde pueblo istmeño en este tipo de competición.

Es más, la primera parte de nuestra actuación le permitió a algunos de nuestros seleccionados ser observados y luego firmados para jugar en Estados Unidos, México, Colombia y España, solo para mencionar a algunas naciones.

Pero, ¿cuánto de este “gran escenario” pudo ser aprovechado por nuestro fútbol local? Creo que nada.

En una ocasión, el periodista y diseñador de periódicos Carlos Castañeda me comentó: “No porque sea el más bonito, es el mejor. Es, diríamos, un chamaco muy bien vestido, pero con poco que aportar”.

El gran amigo y colega cubano se refería, en esa ocasión, a lo importante que es en el diseño de un periódico, no solamente pensar en toda la parafernalia que podrías introducirle para que se vea “atractivo” y “vendible” a los ojos del empresario y del lector, sino también es imprescindible estar muy cuidadosos con su contenido.

“El diseño bonito lo podrías vender en una o en dos ocasiones, pero una vez se acabe la expectativa, será mejor que tengas un contenido valioso o perderás toda tu inversión”, me señaló una vez en medio de una charla de café, que me dictó de gratis una tarde en las instalaciones del diario La Prensa.

El fútbol panameño no despega, esa es mi impresión.

Y no lo hará, mientras sus organizadores sean mezquinos y a la vez tacaños con el fanático y con nuestro propio balompié, al no presentar un producto que realmente demuestre la calidad que hay “escondida” en  el futbolista panameño.

Hay algunos que afirman que el balompié panameño ha crecido y la muestra más fehaciente fueron las eliminatorias.

Tampoco estoy de acuerdo con ello.

Casi todos los futbolistas que se presentaron en cada una de las jornadas eliminatorias juegan en el fútbol foráneo. Es decir, que la gran actuación, en un significativo porcentaje, se la debemos a quienes han estado adquiriendo experiencia y conocimiento en las canchas internacionales.

¿Y es que me olvidé de lo que aportaron Alberto “Negrito” Quintero, Roberto Chen, Nahil Carrol o Gabriel Torres en las elminatorias? Pues no. Recuerdan que hablé de la “escondida” calidad de los nuestros.

 Aterrizo.  El regreso del “pequeño” Amílcar Henríquez al Árabe Unido no solo le da vitalidad a la media cancha de la “Furia azul” sino que le agrega fuerza y personalidad al mejor equipo que jamás haya  tenido Colón en su historia futbolística, según mi humilde opinión.

Pero hay algo más. Representa un valor agregado que le podría aportar  “efectivos números” (si lo saben aprovechar) a la propia Liga Profesional de Fútbol de Panamá, como se pudo hacer la temporada pasada con Gabriel “Gavilán” Gómez, que estuvo con el “Poderoso” San Francisco, o en otrora con la llegada de los extraordinarios jugadores Jorge Luis y Julio César Dely Valdés, Víctor René Mendieta, Rubén “Tátara” Guevara o Percival Antonio Piggott tras triunfar en el exterior.

En síntesis, Amílcar es de los futbolistas que con la experiencia adquirida, a pesar de su juventud, podrá aportar muchísimo a la “urgente” necesidad de “Nombres” que le hacen falta a la LPF.

La LPF necesita muchos más de jugadores como Amílcar, ya sean panameños jugando afuera o de extranjeros que tengan la suficiente calidad y nivel, que al final del camino ese producto que ellos han dejado pueda recogerse de nuestras canchas.

Pero al igual que como ocurrió la temporada pasada con Gómez, una “golondrina” o un “gavilán”, en este caso, no hicieron un verano sustancial y positivo para el fútbol panameño.


¿Es Amílcar el mejor fichaje que actualmente tiene la LPF? Sí.

lunes, 21 de julio de 2014

El softbol busca recuperar terreno

El softbol acaba de lograr un éxito más dentro del corto historial deportivo desde que llegó Danilo Velasco a la presidencia de la Federación de este deporte, en una demostración del trabajo acucioso y, principalmente, casi silencioso que ha estado realizando con su grupo de trabajo. 

El pasado fin de semana obtuvieron el título del torneo centroamericano realizado en Honduras.

Realmente para la actual dirigencia las cosas no han sido fáciles.

Indudablemente que el softbol es uno de los deportes que más se practica en Panamá, pero en un gran porcentaje como recreación, sin alguno de los requerimientos técnicos indispensable para pensar que en cada cuadro de bola suave del país encontrarás un prospecto, principalmente lanzador, para pensar en él como un futuro miembro de una selección nacional.

Unido a ello, está el tema de la falta de campos, coliseos o estadios para su desarrollo. Repetimos, el softbol es uno deporte muy popular, pero en su modalidad recreativa, por lo que es fácil encontrar una instalación habilitada, sobre todo en el interior del país, para el centenar de ligasque se realizan, no así para el desarrollo de una liga distritorial o provincial.

Esta situación es mucho más crítica en la ciudad capital, donde el Instituto de Deportes (Pandeportes) hace aproximadamente un año le cedió el estadio de Paraiso a la Federación de Softbol para, principalmente, llevar a cabo sus programas de entrenamientos de cara a eventos de carácter internacional, porque la mayor parte de los estadios de esta disciplina han desaparecido.

Otro detalle a tomar en cuenta de lo que ocurre en el softbol es el relevo generacional que está teniendo su seleccionado nacional, donde la dirigencia ha apostado a la juventud para seguir un programa que los lleves con algo de opción a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz.

Panamá fue considerada una potencia en el softbol de Centroamérica y del Caribe hasta finales de los año 80, cuando aún podíamos medirnos sin ningún tipo de complejo a las acostumbradas potencias de Puerto Rico, República Dominicana y Cuba, para citar solo algunos.

El camino aún es largo, pero hasta ahora, lo recorrido nos hace pensar que es el rumbo adecuado para volver a los primeros planos en el mundo del softbol.