martes, 9 de abril de 2013

Las cifras no son halagüeñas


 Las cifras hablan por si sola. Solo el 48% de los atletas que participaron en una final de los Juegos Centroamericanos de San José obtuvieron el triunfo, mientras Panamá ocupaba el cuarto lugar de la competición.

Definitivamente que no son resultados halagadores y, por ello, algunos dirigentes se dan golpes contra el muro en busca de explicaciones, mientras otros aducen que el secreto está en que la inversión que se hizo para estos Juegos, considerados los Juegos Olímpicos de Centroamérica, fue poca. Apenas, 1.2 millones de dólares.

Destacan los que defiende la tesis de la inversión, en que cada medalla de oro panameña tuvo un costo aproximado a los 28.000 dólares, mucho menos si lo comparamos a los 250.000 dólares que invirtió, por ejemplo, Guatemala, que obtuvo la mayor cantidad de preseas doradas en la competición. Es síntesis, en otros países se invirtió mucho más para lograr sus objetivos.

Realmente que las cifras no dejan mentir el hecho de que, efectivamente, los demás países centroamericanos hicieron una inversión mucho mayor para obtener sus resultados. Pero, a nuestro parecer este no es el hecho importante a tomar en cuenta.

El hecho intríseco es que en Panamá sí se invierte en materia deportiva, pero sin ningún tipo de planificación y objetivos a largo plazo.

Anualmente, las inversiones que realizan los diferentes municipios en el país, principalmente el de la Capital, para promover sus actividades deportivas, el Ministerio de Educación y Pandeportes para realizar los Juegos Deportivos Escolares y Colegiales (Codicader), así como la propia institución deportiva en forma independiente, no son poca cosa.

Pero, repetimos, a nuestro entender sin una buena planificación y sin objetivos específicos.

Lo que indica que por más que se invierta en el deporte, como se hace en estos momentos, sería botar el dinero.

Como diría el recordado Sancho o Don Quijote: "Allí está el toque".

Cabría preguntar si en la dirección técnica del Instituto de Deportes existe un plan de acción para cubrir, por lo menos, los cinco años de esta administración en materia deportiva. Estoy convencido de que no existe, si tomamos en cuenta que la institución ha contado con cinco directores generales en menos de tres años de funcionamiento.

Al final, nuestro panorama deportivo no va a cambiar, si se mantiene la misma tónica de siempre, en que realmente no existe un plan a corto, mediano o largo plazo como se hace en otros países, con un programa que abarque el ciclo olímpico y que además incluya un presupuesto, con el objeto de no estar obligados a salir corriendo a cada momento para buscar partidas extraordinarias.

Esa planificación, además del deporte de alta competición, también debe tomar en cuenta la masificación deportiva que se encuentra cautiva en los centros educativos. Las escuelas y colegios son los centros ideales para buscar esa masificación, promoviendo, por ejemplo, deportes poco populares, como las pesas, el patinaje, el tiro con arco, la lucha olímpica y el hockey sobre césped.

Si realmente queremos mejorar nuestras representaciones, el desarrollo deportivo del país, necesariamente tenemos que empezar desde el principio y eso indica que hay que hacerlo desde las bases.

Es decir, la institución deportiva hace un trabajo desde las bases al igual que las organizaciones deportivas, aunando esfuerzos ambos para sacar un producto con mejor acabado que el que se produce en la actualidad. Lo único es que, como dije anteriormente, Pandeportes lo haría con un prisma mucho más amplio que las Asociaciones y Federaciones.

Al final de ese esfuerzo, debe salir el atleta de alto rendimiento, que debe estar listo para competencias de máximo nivel.

Seguirlo haciendo como hasta ahora, es mantenerse en un círculo vicioso que nos llevará a repetir los fracasos que han tenido últimamente el béisbol, en el campeonato mundial y en la eliminatoria del Clásico; el fúbol, en el premundial sub-20; la lucha, en el reciente Panamericano; y el propio deporte panameño en los pasados Juegos Centroamericanos.