Por Nicolás Espinosa S.
La espera ha terminado. Algunos podrían creer que ésta sólo fue para el venezolano Nehomar Cermeño, quien aún cree que fue despojado de un legítimo triunfo ante el panameño Anselmo Moreno y de paso de una parte del título mundial gallo de la AMB en la primera refriega.
Pero este periodo de tiempo también ha sido largo para el campeón Moreno, quien espera de una vez por todas demostrar que, efectivamente, fue el mejor de los dos en el pleito celebrado en tierras suramericanas.
La cita es este 14 de agosto en la arena Roberto Durán y en la misma se espera un choque mucho más frontal, en la que el aspirante tratará de repetir la primera parte de su primera presentación, cuando la balanza parecía estar inclinada hacia él y también el título mundial de las 118 libras.
Pero también es necesario pensar que “Chemito” Moreno se mantendrá con su boxeo calculador y oportuno, esperando anotar sus impactantes golpes, aunque tampoco no es tonto pensar que también se verá obligado por los centenares de fanáticos a forzar la pelea para tratar de darle su “merecido” al retador, que si bien tiene sus simpatizantes en tierras istmeñas debido a que reside en este país, tendrá las apuestas en contra.
Ahora, distante a todo lo que se ha dado y se dará alrededor de este encuentro, nos parece que será muy importante para la futura carrera de ambos contendientes. Y esto lo digo porque salvo los púgiles mexicanos, se está poniendo muy difícil el mercado para los púgiles latinoamericanos.
Para nadie es un secreto que “Chemito” Moreno, salvo su defensa en Venezuela ante Cermeño, ha tenido que mirar al mercado europeo, donde están dispuesto a pagar mejores bolsas con tal de quedarse con los títulos mundiales, sin importarles si en el camino sus protegidos son dejados en el camino porque cumplen al pie de la letra el refrán de que “quien no arriesga, no gana”.
Por ello es importante esta segunda pelea entre estos dos jóvenes gladiadores, porque tanto panameños como venezolanos ven muy difícil su llegada al mercado de las grandes bolsas, algo que está sufriendo en carne propia el campeón crucero de la AMB, el panameño Guillermo Jones, quien va a cumplir dos años de que ganó el título y aún no lo defiende.