El deporte es una herramienta importante dentro de la Sociedad, como lo son indudablemente la salud, la educación y la seguridad ciudadana, ya que a través de él no solamente coadyuvamos a contar con una juventud sana y saludable sino a su formación como un ciudadano respetable y responsable.
En el caso de Panamá, si bien el Ejecutivo ha dado un gran apoyo al Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), como no lo han hecho administraciones anteriores, dotándolo de un mayor presupuesto, construyendo nuevas estructuras deportivas y mejorando otras, sentimos que la institución no cumplió con el aspecto clave de todo desarrollo deportivo: su masificación.
Pero una masificación no solo integral sino científica que se lleve con lineamientos técnicos y objetivos específicos, para lograr los resultados buscados dentro de un Proyecto Deportivo Nacional.
La masificación sin un ordenamiento científico ocurre en Panamá porque el deporte, como en algunos otros países, es visto más que todo como una actividad recreativa-social, no como parte de la necesaria educación integral de nuestra juventud.
La actividad recreativa también es importante, pero en ella entran a jugar otros factores mucho más amplios que los utilizados en los deportes de alto nivel competitivo.
Los pequeños triunfos que hemos obtenido, como es el caso del atleta Irving Saladino, es una prueba de que contamos con el elemento humano para obtener mayores logros en el deporte, pero como lo vemos en el caso de este mismo atleta, no se cuenta con una estructura deportiva para desarrollar, entrenar y proyectar a un atleta de nivel mundial.
Otro ejemplo en esa línea es el de la esgrimista Jesicka Jiménez, quien demostró que con un mayor fogueo y un mejor plan de trabajo, posiblemente hubiera obtenido otro resultado en las Olimpiadas de Beijing.
Es por ello que el Gobierno Nacional debe abocarse a realizar un mayor aporte al deporte, manteniendo los niveles de apoyo económico a través de su presupuesto, pero al mismo tiempo manejar la administración deportiva de una manera más democrática, coadyuvando al despegue y desarrollo de todos los deportes que se practican y no solamente de algunos.
En ese sentido, es importante contar con el elemento económico y técnico adecuado para el desarrollo de algunas disciplinas deportivas, que hoy se ven casi ignoradas por otras que son mucho más populares.
Asimismo, se debe mirar la misión de la educación física en nuestras escuelas con otros criterios, ya que al limitarse su marco laborar se pierde ese contacto con el estudiante-atleta en su etapa fundamental de crecimiento.
Estamos seguros que este tipo de acción nos llevará a obtener resultados mucho más gratificantes en competencias como los Juegos Juveniles Nacionales, a nivel local, y en los Juegos Estudiantiles de Codicader, en el exterior, porque no solo estamos trabajando para cumplir con un fin meramente cosmético sino también programático, ya que de estas competencias deben salir los futuros atletas élites para los torneos de envergadura mundial.
En síntesis, para una mayor y mejor masificación deportiva se debe contar con la colaboración de diversos entes, entre ellos los educadores físicos, quienes se han visto marginados en muchos casos debido a esa limitada actuación, sobre todo en las escuelas de segunda enseñanza.