viernes, 24 de julio de 2009

"Pan Blanco" Ríos está en el camino correcto


La contundente victoria de Luis “Pan Blanco” Ríos sobre Walter Tello en el cuarto asalto de la pasada cartelera boxística “Saldando Cuentas”, nos hace pensar que estamos frente a uno de los jóvenes valores del pugilismo panameño con una proyección internacional en un futuro muy próximo.

El hecho no es solo que le haya ganado a un hombre mucho más experimentado sino que desde hace mucho tiempo no se veía a un prospecto panameño en la categoría mínima con gran poder en sus puños.

Ríos, quien se encuentra invicto, ha logrado anestesiar a seis de sus 10 rivales en su corta carrera.

El último que tuvo una historia casi similar fue el capitalino Carlos “Púas” Murillo en los años 90, cuando tuvo una seguidilla de 19 triunfos consecutivos, 17 de ellos antes del límite, antes de que fuera a disputar un título del mundo en la categoría de las 105 libras.

El detalle está en que el boxeo panameño, que ha graduado campeones mundiales en los últimos tres años, no ha mostrado un prospecto de las características de “Pan Blanco” Ríos.

Y esto tampoco quiere decir que éste vaya emular la carrera de Murillo, aunque sus pasos se están encaminando hacia ese objetivo y esperamos que llegue a lograrlo. El detalle está en que ni siquiera los actuales campeones mundiales y mucho menos quienes están en las listas de las organizaciones boxísticas, combinan el buen boxeo con poder en los puños.

Hay cierta excelencia boxística en el monarca gallo, Anselmo “Chemito” Moreno, y cierta contundencia en el titular de los supergallo, Celestino “Pelenchín” Caballero, pero ninguno cuenta con ambas herramientas al mismo tiempo, una singular aptitud que repetimos contaba el “Púas” Murillo.

El boxeo además de un excitante negocio es muy difícil, por lo que las personas que se abrazan a este en busca de fama y dinero, sobre todo dinero, deben contar con una serie de requisitos, mucho más allá que el simple hecho de tener “hambre”.

El boxeador debe ser un excelente atleta, muy disciplinado, pero sobre todo contar con los aditamentos naturales que no lo da ningún gimnasio ni mucho menos un entrenador, para obtener el éxito deseado.

Aún es muy prematuro para hablar sobre si Luis Alberto “Pan Blanco” Ríos tendrá una exitosa carrera que lo lleve hacia un título mundial, pero está en el camino correcto para en un futuro alcanzarlo.

martes, 7 de julio de 2009

Vuelve al ring “Iron Mike” ¿o será su sombra?


Hace muy poco observé un vídeo sobre la vida del ex campeón mundial de boxeo, el estadounidense Mike Tyson, en la que resumía todo lo que había sido su paso por el mundo de las narices chatas y las orejas de coliflor.

Era un documental bastante revelador, sobre todo por el hecho de que afirmó que sus últimos encuentros los había hecho para pagar cuentas, porque del hombre millonario que una vez llegó a amasar 200 millones de dólares no quedaba nada.

Y ahora, cuando todos se habían olvidado de él, llega una información de Belgrado en la que se anuncia que volverá a los ruedos en diciembre próximo ante el boxeador local Nenad Stankovic.

No hay la mejor duda de que esta vuelta al ring a los 43 años no tiene otro objetivo de lograr algunas ganancias. Esta situación entre los ex campeones mundiales no es de extrañar, ya que la historia nos reseña y nos entrega una serie de nombres, entre los que podríamos mencionar en un pasado bastante lejano al cubano Kid Chocolate y al panameño Panamá Al Brown, y en épocas más recientes a Larry Holmes y a Evander Holyfield.

Todos y cada uno de ellos llegaron a contar con una “fortuna” en sus cuentas bancarias, pero una razón u otra las mismas fueron menguando y al final, precisamente al final de sus carreras, no les quedaba nada, ni siquiera para pagar el taxi.

A esta situación también unimos la interrogante del título de este artículo. ¿Volverá Iron Mike con un halo de su gloria pasada o será solo una sombra? O en síntesis, ¿vuelve el Iron?

No tengo la menor duda de que al ring subirá una caricatura cuasi animada de quien aterrorizara los tinglados del mundo entre los años 80 y 90, y no solo por el hecho de tener una muy avanzada edad para estar en los cuadriláteros sino porque ya los hilos invisibles que mantenían una relación entre Tyson y el boxeo desaparecieron hace ya mucho tiempo.

Y no hablamos de la relación que podría existir entre un ex púgil y este negocio cuando se retira, por ejemplo como entrenador, como manejador o como empresario, sino sencillamente como gladiador. En este caso específicamente, realmente no hay ningún tipo de relación.

Ahora bien, como ocurrió en el pasado y como ocurrirá siempre, porque este es un negocio brutal, casi inhumano e insensible, Tyson fue contratado para actuar en Belgrado por lo que una vez significó, por las grandes titulares que ocupó en una época en los principales diarios del mundo y por las centenares de marquesinas que anunciaron su nombre con bombos y platillos.

Hay que reconocerlo, puede ser insensible pero es un mercado al que se abocan una gran cantidad de púgiles retirados y casi retirados porque les reditúa una cantidad de dinero importante y, como es el caso de Mike Tyson, significará unos cuantos miles de dólares.

sábado, 18 de abril de 2009

De La Hoya le dice adiós al boxeo



El adiós de Oscar De La Hoya era uno de los más esperados en el mundo pugilístico, pero no necesariamente por la paliza que recibió por parte del filipino Manny Pacquiao sino porque su tiempo de colgar los guantes había llegado hacía mucho tiempo.

Sería impreciso decir cuándo fue ese llamado, algunos afirman que fue cuando peleó con Shane Mosley por segunda vez o cuando lo hizo con “El Verdugo”, Bernard Hopkins o tras su refriega con Floyd Mayweather. Lo cierto es que el retiro estaba marcado en su hoja de servicio desde hacía mucho, pero el “Golden Boy” nunca quiso advertirlo.

Y como aconteció con otras figuras que brillaron en este negocio, De La Hoya se va en un momento en que al boxeo como espectáculo no le hace ninguna falta, porque como toda actividad practicada por miles de hombres y mujeres cada día surge una estrella, a veces fulgurante, que llenan los espacios periodísticos y sus nombres las marquesinas de los grandes escenarios.

Se va porque “desde hace mucho”, según sus propias palabras, sus aptitudes no son las mismas, su velocidad ha disminuido. Es decir, se volvió viejo para una actividad que negocia sus mejores momentos en los años mozos.

Pese a esto, hay que reconocer que se fue uno de los grandes de la época contemporánea. Oscar De La Hoya fue uno de los excitantes púgiles de las dos últimas décadas, con un increíble carisma tanto para los hombres como para las mujeres que le rindió grandes beneficios económicos a él y a sus promotores.

También hay que hablar de sus seis títulos mundiales, la mayor cantidad lograda por boxeador alguno desde Ray “Sugar” Leonard, aunque en mi opinión no hay que hacerlo con tanta alharaca porque vivió en una época en que los cinturones eran regalados por las organizaciones internacionales. Solo tenemos que recordar la zambullida circense que dio el mexicano Jorge “El Maromero” Páez, cuando ambos disputaron el cetro ligero vacante de la OMB para saber de lo que hablamos.

No obstante, debemos reconocer que Oscar De La Hoya fue un boxeador con calidad, como señalamos anteriormente, que supo tomar el testigo que le dejaran excitantes gladiadores como el panameño Roberto “Mano de Piedra” Durán y el mexicano Julio César Chávez, entre otros, quienes también alargaron su hoja de servicio en el negocio de las narices chatas y las orejas de coliflor.

A decir verdad, es otro gran gladiador a quien hay que agradecerle su paso por el boxeo.

Ahora bien, De La Hoya no se retira totalmente del boxeo. Desde hace bastante tiempo incursiona en el campo empresarial con “Golden Boy Promotion” en la que sobresalen figuras como el estadounidense Hopkins y los mexicanos Marco Antonio Barrera y Daniel Ponce De León.

Y, como le aconteció en los cuadriláteros, quizás tenga que combinar los éxitos con los fracasos, las altas con las bajas, pero al final saldrá adelante como siempre lo hizo, porque hay que reconocer que Oscar De La Hoya también es sinónimo de TRIUNFADOR.

domingo, 5 de abril de 2009

Pandeportes y los convenios deportivos

Una de las tareas más importantes a la que tendrá que abocarse la nueva administración del Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), es a la revisión de los acuerdos y convenios que se tienen con diversos países, fundaciones y organizaciones deportivas.

Panamá es un país con un rico material humano en materia deportiva pero con muy pocas posibilidades de explotarlo positivamente, porque no cuenta con la infraestructura adecuada para hacerlo.

La prueba de ello son el campeón mundial y olímpico de salto de longitud, el colonense Irving Saladino, y la esgrimista capitalina Yesika Jiménez. Saladino tuvo que emigrar a Sao Paulo, Brasil, para convertirse en el primero en el mundo en su especialidad, y la segunda demostró en los juegos Olímpicos de Pekín que si hubiera contado con una mejor preparación, posiblemente sus resultados hubieran sido mejores.

Debido a ello es que es importante echarle mano a cuantas posibilidades se tengan para contar con muchos mejores atletas y una de esas herramientas son los convenios de intercambios y de capacitación, que se firman con otros países u organizaciones extranjeras. Pero, el detalle está en echarle mano de manera efectiva y que los resultados se puedan observar después de un tiempo relativamente aceptable.

Es por ello que hoy nos referiremos al convenio deportivo que tienen Panamá y Cuba en materia deportiva, que por años se ha firmado pero que al final nos dejan un sabor como que muy poco provecho se les ha sacado.

Realmente muy poco es lo que se conoce sobre los aspectos que cubren el acuerdo deportivo, aunque si conocemos que cada cierto tiempo una delegación de instructores y capacitadores cubanos llegan a nuestro país y luego de presentar un programa determinado vuelven a su país, por lo menos la mayoría de ellos.

El hecho está en que pareciera que la idea está en que los instructores cubanos vengan, realicen su trabajo y…vuelvan a venir, porque hasta donde sabemos no existe un plan de seguimiento para que nuestros entrenadores e instructores les sigan la pista a estos señores, en algunos casos mucho mejor capacitados, y luego sean ellos quienes se encarguen de la capacitación en Panamá.

En mi opinión es esa la manera con que deben trabajarse este tipo de acuerdos, en el que los nuestros puedan sacar algún conocimiento de quienes más conocen, en este caso los instructores cubanos, y luego ellos implementar lo aprendido en nuestros barrios, comunidades; en fin, en nuestra sociedad.

Otro tanto es lo que acontece con el convenio que permite a estudiantes panameños ingresar al Instituto Superior de Educación Física de Cuba, para que luego de cumplir con el programa académico regresen listos para impartir clases.

Hasta donde conocemos, nuestros muchachos no solamente realizan sus estudios imbuidos más que todo para hacerse de una carrera profesional sino que después, olvidándose de la inversión que ha hecho el Estado en cada uno de ellos, abandonan la docencia en las escuelas públicas para aceptar contratos en centro académicos particulares.

Realmente esto no es un detalle negativo si lo vemos desde el punto en que cada uno de estos forjados educadores físicos tiene el derecho, como todos, a mejorar su statu. No obstante, debiera cumplirse con un tiempo en la docencia pública, si así pudiéramos calificarlo, antes de abandonarla para optar por otra oferta laboral.

Lo cierto es que el Estado ha hecho una inversión importante en cada uno de los casos señalados, buscando con ello el mejoramiento y la superación técnica, académica y profesional de quienes están involucrados, por lo que sentimos que tanto este como otros convenios deben ser evaluados y analizados, buscando con ello que se justifique cada centavo invertido en los mismos.

sábado, 28 de marzo de 2009

Del jolgorio a la realidad

La posibilidad de que Panamá contara desde el 2008 con cuatro campeones mundiales de boxeo al unísono nos hizo ver como una gran potencia boxística y rememorar la época en que disfrutamos de esas mieles con púgiles de la categoría de Eusebio Pedroza, Hilario Zapata y Roberto Durán, entre otros.

En realidad fue una época increíble en que no solamente los campeones antes mencionados mostraban su categoría conforme se presentaban en los tinglados del mundo, sino que el pugilismo istmeño contó con otras figuras que se consideraban el relevo de estos grandes gladiadores.

Pero esa época pasó y Panamá después de ella se vio sumergida en una etapa que podría calificarse de “oscurantismo” donde no solo muy pocos púgiles llegaron a contar infructuosamente con una oportunidad campeonil, sino que tampoco se trabajó en un buen semillero para tener la esperanza de que volviéramos a ser potencia boxística.

Para satisfacción nuestra, esa época también pasó y luego de un arduo trabajo en el que decenas de personas se involucraron directamente, nuestro país volvió a emerger como una plaza de innumerables talentos boxísticos.

Y es así como Panamá en los últimos años se ha convertido en una plaza de una gran actividad boxística, en la que han participado boxeadores de diferentes latitudes y algunos de ellos se han quedado, con el objeto de proyectar su carrera en un capitalde mucha actividad.

De esa efervescencia y esfuerzo es que salieron los Roberto “La Araña” Vásquez, Vicente “Loco” Mosquera, Celestino “Pelenchín” Caballero, Ricardo “El Maestrito” Córdoba, Guillermo “Felino” Jones y Anselmo “Chemito” Moreno, entre otros.

Todos ellos llegaron a cristalizar su carrera profesional al obtener un título mundial y hoy tres de ellos aún ostentan título, tratando de mantener sus cetros para el engrandecimiento de sus carreras pugilísticas.

Tras la trepidante caída de Córdoba el pasado fin de semana en Dublín, Irlanda, y después la indiscutible derrota del ex campeón mosca Roberto Vásquez en esta capital, es necesario analizar si estos descalabros se dieron realmente por la superior categoría de sus rivales o sencillamente porque nuestros dos reconocidos púgiles les faltó una mejor preparación.

Si fuera el primer punto el análisis no tendría razón de ser por razones obvias, pero si el caso fuera la segunda afirmación entonces sí habría que poner la barda en remojo; es decir, se acabó el jolgorio y es hora de volver a la realidad.

Es indudable la calidad técnica que presentan los boxeadores panameños, pero también lo es el hecho de que la preparación en muchos de ellos no tiene ese mismo nivel, por lo que su atención hacia esa dirección debiera ser el doble.

Las caídas de Córdoba y Vásquez han sido dolorosas, sobre todo la primera, pero son tan aleccionadoras que permiten retomar los pasos, analizar a dónde se falló y volver a buscar lo que un día fue de ellos. Repito, la calidad técnica es manifiesta en ellos.

miércoles, 25 de marzo de 2009

El Comité Olímpico y su relación con Pandeportes

El COP ha mantenido una disputa con el Gobierno desde que se constituyó la entidad gubernamental en materia deportiva (INCUDE- INDE- PANDEPORTES) en los años 70, en un pulseo totalmente irracional y que a nuestro criterio casi siempre ha sido provocado por el gobierno.

Ambas organizaciones tienen su espacio demarcado tanto en las leyes como en su accionar cotidiano y para nada se plantean conflictos de intereses, porque una está para desarrollar y coadyuvar por un mejor deporte (Pandeportes), y la otra para servir de instancia para que las delegaciones deportivas participen en los eventos regionales y olímpicos (COP).

El detalle se ha marcado debido a que los distintos directores de la institución deportiva han querido manejar los destinos del Comité Olímpico, con la excusa de que están siendo mal llevados y que es el Estado quien entrega el dinero para las distintas competencias regionales.

Sin entender que el COP es una entidad privada con fines públicos cuyas actuaciones se enmarcan dentro de las reglamentaciones del Comité Olímpico Internacional y de los otros organismos internacionales a los que está afiliado y así se reconoce en la Ley 50 que sobre la materia se promulgó en Panamá.

Aunado a ello, hay varios aspectos a tomar en cuenta y que parecieran no conocerse.

1.- El COP no desarrolla actividad deportiva ya que esto es parte del trabajo de las Federaciones Deportivas, por lo que no tiene ninguna responsabilidad en el nivel competitivo de los atletas que participan en las competencias internacionales.

2.- En cuanto a competencias regionales, el COP ha enviado delegaciones aunque no hayan recibido aporte económico por parte del Gobierno (ejemplo Olimpiadas Barcelona 1992, Juegos Centroamericanos 2006).

3.- Las ocasiones en que el Ejecutivo ha entregado dinero para las delegaciones olímpicas es para cubrir los renglones de transporte, estadía y alimentación, aportes son reembolsados por el Comité Olímpico Internacional a través de su programa de Solidaridad Olímpica, como corresponde cuando se envía una delegación simbólica.

4.-Las veces en que algún representante olímpico participa en el exterior en un congreso, reunión, asamblea, etc., estos son cubiertos por las organizaciones deportivas que la organiza (Ordeca, Odebo, Odecabe, Odepa, Odesur, COI).

5.- Existe una tabla de participación para Juegos Olímpicos y, en este sentido, el número de atletas determina el número de delegados (jefe de misión, médico, kinesiólogos, chaperona, entrenadores) que participarán en ellos.
En este caso no cuentan ni el presidente del COP ni su secretario general, y/o el representante del gobierno, cuyas estadías son cubiertas por el comité organizador.

Es por ello que muchas de las responsabilidades que le endilgan al organismo olímpico son totalmente equivocadas, pero lamentablemente son ignoradas por el común de los panameños.

Sin embargo, siempre hay esperanzas y la posibilidad de contar con una nueva administración totalmente ajena a quienes hoy gobiernan el país, podría darle un cariz diferente a lo que hasta ahora ha sido la tormentosa relación entre ambas organizaciones.

domingo, 22 de marzo de 2009

Intenso combate

Las opciones estaban parejas. Tanto el entonces campeón mundial supergallo, el panameño Ricardo “El Maestrito” Córdoba, como el aspirante irlandés Bernard Dunne, presentaban un récord realmente interesante, por lo que el ganador del encuentro titular sería el que no solamente presentara mejores condiciones físicas sino también una mejor estrategia.

Y así fue. Dunne además de tener la posibilidad de capear un difícil temporal en el quinto capítulo, cuando cayó en dos ocasiones, contó con las suficientes condiciones para inclinar las acciones a su favor conforme fueron pasando los asaltos.

Esto fue la clave de su victoria ante el panameño Córdoba. Claro está, también contó con elementos que fueron importantes, como el estar peleando en casa y que los miles de fanáticos que presenciaron el pleito se conectaran desde un principio con el papel que debían jugar.

Aunado a ello, el flamante campeón a pesar de no ser un dichado de virtudes técnicas contó con la suficiente valentía para no abandonar la misión, cuando el barco hacía aguas y el panameño buscaba afanosamente la victoria.

Igual ímpetu y valentía mostró nuestro púgil durante los once asaltos que duró el encuentro, pero a nuestro parecer equivocó la estrategia cuando tuvo la posibilidad de llevarse el encuentro.
Nos referimos al hecho de que Córdoba abandonó toda posibilidad de golpear a los bajos de su oponente y se concentró en los golpes arriba que, si bien hicieron efectos en el irlandés, no fueron lo suficientemente efectivos para doblegarlo.

También hay que tomar en cuenta que el hoy ex campeón minó mucho sus fuerzas tratando de buscar la victoria antes del límite en el quinto asalto, quizás olvidando que aún faltaban muchos kilómetros por recorrer.

El panameño resultó bastante maltrecho al término de la pelea, por lo que necesitará algún tiempo para recuperarse tanto de los golpes físicos que recibió de Dunn como de los sicológicos, porque fracasó en su misión de regresar a Panamá con la corona.

Un detalle. Si bien para nadie era un secreto de que la pelea era bastante difícil sobre todo por el hecho de que Ricardito Córdoba no había podido alcanzar el triunfo en tierras extrañas en sus tres anteriores compromisos titulares, dos de ellos con el ucraniano Wladimir Sidorenko, lo que aconteció en Irlanda nada tuvo que ver con ello.

Dunne aprovechó las oportunidades que se le presentaron, esa fue la diferencia la tarde del sábado.

Hoy después de la derrota, algunos hablan de una posible revancha. Esta será factible, siempre y cuando el panameño reúna los méritos suficientes una vez más para tener derecho a ella, y esto no lo digo por no creer que Córdoba cuente con ellos, sino porque en este negocio el dinero es el elemento catalizador y si no existe una gran oferta para el hoy campeón del mundo, sus manejadores no volverán a poner los ojos en el panameño.

La mejor experiencia que tenemos es la del monarca unificado de esta división, Celestino “Pelenchín” Caballero, a quien al mercado internacional muy poco le interesa a pesar de sus grandes virtudes técnicas.

En síntesis, podría decirse que se ha perdido una batalla no la guerra y mientras existan las ganas y las condiciones, siempre habrá una nueva oportunidad para un gran guerrero como Ricardo Córdoba.

sábado, 21 de marzo de 2009

El deporte como herramienta de la sociedad

El deporte es una herramienta importante dentro de la Sociedad, como lo son indudablemente la salud, la educación y la seguridad ciudadana, ya que a través de él no solamente coadyuvamos a contar con una juventud sana y saludable sino a su formación como un ciudadano respetable y responsable.

En el caso de Panamá, si bien el Ejecutivo ha dado un gran apoyo al Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), como no lo han hecho administraciones anteriores, dotándolo de un mayor presupuesto, construyendo nuevas estructuras deportivas y mejorando otras, sentimos que la institución no cumplió con el aspecto clave de todo desarrollo deportivo: su masificación.

Pero una masificación no solo integral sino científica que se lleve con lineamientos técnicos y objetivos específicos, para lograr los resultados buscados dentro de un Proyecto Deportivo Nacional.

La masificación sin un ordenamiento científico ocurre en Panamá porque el deporte, como en algunos otros países, es visto más que todo como una actividad recreativa-social, no como parte de la necesaria educación integral de nuestra juventud.

La actividad recreativa también es importante, pero en ella entran a jugar otros factores mucho más amplios que los utilizados en los deportes de alto nivel competitivo.

Los pequeños triunfos que hemos obtenido, como es el caso del atleta Irving Saladino, es una prueba de que contamos con el elemento humano para obtener mayores logros en el deporte, pero como lo vemos en el caso de este mismo atleta, no se cuenta con una estructura deportiva para desarrollar, entrenar y proyectar a un atleta de nivel mundial.

Otro ejemplo en esa línea es el de la esgrimista Jesicka Jiménez, quien demostró que con un mayor fogueo y un mejor plan de trabajo, posiblemente hubiera obtenido otro resultado en las Olimpiadas de Beijing.

Es por ello que el Gobierno Nacional debe abocarse a realizar un mayor aporte al deporte, manteniendo los niveles de apoyo económico a través de su presupuesto, pero al mismo tiempo manejar la administración deportiva de una manera más democrática, coadyuvando al despegue y desarrollo de todos los deportes que se practican y no solamente de algunos.

En ese sentido, es importante contar con el elemento económico y técnico adecuado para el desarrollo de algunas disciplinas deportivas, que hoy se ven casi ignoradas por otras que son mucho más populares.

Asimismo, se debe mirar la misión de la educación física en nuestras escuelas con otros criterios, ya que al limitarse su marco laborar se pierde ese contacto con el estudiante-atleta en su etapa fundamental de crecimiento.

Estamos seguros que este tipo de acción nos llevará a obtener resultados mucho más gratificantes en competencias como los Juegos Juveniles Nacionales, a nivel local, y en los Juegos Estudiantiles de Codicader, en el exterior, porque no solo estamos trabajando para cumplir con un fin meramente cosmético sino también programático, ya que de estas competencias deben salir los futuros atletas élites para los torneos de envergadura mundial.

En síntesis, para una mayor y mejor masificación deportiva se debe contar con la colaboración de diversos entes, entre ellos los educadores físicos, quienes se han visto marginados en muchos casos debido a esa limitada actuación, sobre todo en las escuelas de segunda enseñanza.