El Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes) ha anunciado su intención de concentrar a los atletas que participarán en los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez, Puerto Rico.
Su intención, han señalado, es la de preparar a los atletas en forma metódica y científica para lograr óptimos resultados, y para ello pondrán a su disposición el Centro de Medicina Deportiva y el Centro de Alto Rendimiento.
La acción de primer momento es digna de aplaudir, ya que la competencia en Mayagüez será mucho más difícil que las tres últimas (Bolivarianos, Sudamericanos, Centroamericanos) a la que han tenido que hacerle frente los atletas panameños, por lo que estos tendrán que estar muy bien preparados.
Sin embargo, Pandeportes está adquiriendo una responsabilidad que por reglamentación no le compete, y lo lamentable es que quienes están al frente de la institución están conscientes de ello.
Esta labor y todo lo que concierne a la participación panameña en juegos regionales y olímpicos es del Comité Olímpico Nacional, a quienes no sabemos si por desconocimiento o sencillamente capricho, la institución gubernamental deportiva nunca le ha querido reconocer su papel.
Ambas organizaciones tienen su espacio demarcado tanto en las leyes como en su accionar cotidiano y para nada se plantean conflictos de intereses. No obstante, a lo largo de la historia de la institución deportiva, sus directores han querido manejar los destinos del Comité Olímpico con la excusa, primero, de que está controlada por un grupo de dirigentes que no cuentan con su gracia y, segundo, de que es el Estado quien entrega el dinero para las distintas competencias regionales, por lo tanto, debieran tener voz y voto a la hora de decidir.
Sin entender que el COP es una entidad que se enmarca dentro de las reglamentaciones del Comité Olímpico Internacional y de los otros organismos internacionales a los que está afiliado y así se reconoce en la Ley 50 que sobre la materia se promulgó en Panamá hace algunos años.
Pero esto no es suficiente. Los directivos siguen empecinados en no reconocer la autoridad del Comité Olímpico de Panamá y para ello apadrinan la actitud irreverente e indisciplinada de algunas federaciones deportivas, que desean mantener el caos en el deporte panameño.
Sin entender, que lo acontecido antes y durante los Juegos Centroamericanos celebrados en Panamá, fue algo totalmente excepcional, en que la dirigencia olímpica quizás navegó con bandera de tonto para no perjudicar un espectáculo que a todo el país le hacía bien.
Pero, las cosas han cambiado totalmente. Es el COP la entidad que escoge y decide, en última instancia, qué deportes y qué atletas son los que participarán en una competencia regional o juegos olímpicos, así no le guste al gobierno o a algunos de sus representantes.
Lo lamentable de todo esto, es que la actitud poco inteligente de Pandeportes podría acarrearnos problemas como hace algunos años, cuando el COI suspendió a Panamá por una marcada ingerencia del gobierno en los asuntos internos del COP.
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