miércoles, 27 de noviembre de 2013

Fusionar dos torneos de béisbol

En el ambiente beisbolístico panameño está revoloteando la idea de algunos innovadores, que creen que ha llegado el momento de fusionar el torneo de béisbol mayor (febrero, marzo y abril) con el del béisbol profesional (un mes), con el objeto de que rinda mejores frutos para la pelota panameña.

Actualmente, los organizadores del béisbol profesional panameño (Probeis) han tenido muchos problemas para montar su torneo y están a la espera de una ayuda económica, aproximadamente 200 mil dólares por parte del gobierno nacional para poder arrancar su torneo en diciembre.

La intención es la de realizar una competición de un mes, en la que más que todo se busca mantener esta incipiente Liga en actividad, que al mismo tiempo mantendría la motivación y el entusiasmo de quienes están soñando con volver a un torneo regular de pelota profesional istmeña.

El compromiso es muy serio, ya que Probeis está inscrita en la Liga Interamericana, que también incluye a las Ligas de Colombia, Nicaragua y el sector mexicano de Veracruz, y ya tienen programado un segundo torneo de sus equipos campeones para febrero del próximo año.

Es decir, una cosa es no poder celebrar el torneo local, pero otra es no poder cumplir con la recién estrenada Liga Interamericana, que también busca un cupo en la Serie del Caribe tras la aceptación de Cuba como un quinto equipo en el torneo.

El cuento es que algunos abanican la idea, principalmente quienes están de alguna manera relacionadas con la pelota rentada panameña, en que ya es necesario hacer un “revolcón” en la pelota nacional y esto podría darse con la fusión de ambos torneos.

Sostienen que el béisbol local, más que todo su sistema de competencia, quedó anacrónico para la época actual y si bien es un torneo que se realiza con mucha expectativa entre las provincias participantes, no genera la calidad necesaria para que sus peloteros sean contratados profesionalmente, por un lado, y que se pueda contar con una muy buena calidad en la pelota local, por el otro.

Una de prueba de lo sustentado es que en los últimos torneos en que se ha participado, salvo en la de los Juegos Bolivarianos, se han utilizados peloteros de las fincas de las organizaciones vinculadas a la Major League Baseball, porque no solo proporcionan el nivel técnico necesario sino porque los otros países están haciendo lo mismo.

El ejemplo más reciente fue el Panamericano Sub-21 realizado en el interior del país a principios de noviembre, en donde el equipo istmeño estuvo plagado de figuras profesionales o de algunos que acaban de ser dejados en libertad.

El detalle está en que es el béisbol local es el que genera el interés de la empresa privada, sobre todo las de telefonía y vendedoras de cervezas, y por ende, se lleva la mayor parte del presupuesto que se genera para actividades deportivas.

Y es que la pelota local, con su llamado regionalismo, es la que genera expectativa, pasión y entusiasmo de los parroquianos y no la pelota rentada.

Otro ejemplo en esta dirección fue la expectación que se vivió esta temporada en la fase final disputada entre las novenas de Bocas del Toro, campeón regente, y Chiriquí, que al final alzó la Copa.

Si bien el torneo en términos económicos resultó un fiasco, debido a la mala organización de la Federación de Béisbol, la final entre estos dos equipos salvó un grisáceo campeonato 2013.

Pero hay mucho más que tejer en la bendita fusión, porque también habría que pensar dónde se ubicarían a los peloteros que vienen subiendo de categoría, si por un lado la mitad más uno de los seleccionados para un torneo son peloteros profesionales y dejados en libertad, y el otro tercio se compone de lo más granado de la pelota local y de quienes alguna vez estuvieron en la pelota rentada.

Si creemos necesaria la reestructuración de nuestra pelota, porque así como va solo es para consumo interno y más nada.


No obstante, debe pensarse muy bien en los pasos que podrían darse porque a lo mejor lo único que se persigue es favorecer a la pelota profesional, que está un cartelón de SOS muy grande. 

miércoles, 21 de agosto de 2013

Es hora de la rendición de cuentas

La victoria del equipo intermedio de Herrera en el mundial de béisbol de las Pequeñas Ligas, más allá de solo llenarnos de satisfacción y orgullo por el título alcanzado, debe llevar a reflexionar muy seriamente a los dirigentes del deporte panameño, en todas sus dimensiones, sobre lo que está aconteciendo en la actividad deportiva istmeña.

¿No lo ven? Sencillamente que solo dos deportes han estado sacando, de manera constante, la cara por el deporte de Panamá a nivel internacional en los últimos años: el fútbol y el béisbol.

Ambas disciplinas han estado presentes y con sobresaliente notas en las últimas competiciones internacionales, principalmente sus divisiones menores, o como se diría en otro término, en sus respectivas fincas.

Es cierto, debe admitirse que otros deportes diferentes a los mencionados, han logrado llegar a los primeros planos a nivel internacional, pero no han sido constantes, muy pocos.

Y, ¿por qué podría ser esta situación? Definitivamente porque han llevado a cabo un trabajo coordinado, elaborado y constante en sus categorías menores. El béisbol menor o de pequeñas ligas, que agrupa a cientos de equipos por sectores en las diferentes provincias en un programa cuyas directrices emana de los Estados Unidos, lleva muchos años en estos menesteres y, si bien, en algunas ocasiones no se han logrado los objetivos y, los triunfos han sido pocos y no tan resonantes, se han mantenido constantes, lo que ha permitido conservar la esencia de este deporte desde sus raíces.

Hace algunos años, se incorporó al béisbol panameño un programa de categorias menores dirigido por la Confederación Panamericana y la Federación Internacional, con un concepto mucho más abarcador porque las representaciones en los nacionales son provinciales, pero menos profundo que el de Pequeñas Ligas, pero al final, es un programa de alguna manera integral para nuestro pequeño béisbol.

Es decir, podrá no ser tan efectivo que el programa de Pequeñas Ligas, pero mantiene rodando la pelota en los diversos diamantes del país, que es lo que todos queremos, además de que al igual el otro, propende a la masificación, factor importantísimo para lograr la excelencia y el más alto nivel competitivo.

Otro tanto, desde hace algunos años, realiza la Federación Panameña de Fútbol con su programa de categorías menores que, al igual que el béisbol pequeño, nos ha dado gratas noticias y participación en varios campeonatos mundiales, algo que aún no se ha logrado en la categoría mayor, pero este otro cuento que no viene al caso.

Al llegar a este punto, nos preguntamos ¿y qué de los otros deportes? ¿Hasta cuándo se mantendrá el paternalismo de la institución deportiva gubernamental sin obtener resultados razonablemente buenos? ¿Cuándo será el día en que se les exija una rendición de cuentas? o quizás, ¿Cuándo será el día en que los aportes y apoyos económicos de Pandeportes, vayan de la mano con la exigencia de obtener resultados óptimos?

Desde la administración del presidente Martín Torrijos hasta la actual, de Ricardo Martinelli, el apoyo económico a las diferentes federaciones deportivas han sido significativos, pero ¿cuántos de ellos han tenido resultados importantes? A vuelo de pájaron solo se puede mencionar la medalla de oro olimpica de Irving Saladino en Beijing 2008, y la de plata de Alonso Edwards en el mundial de atletismo de Alemania en 2010.

Repetimos, somos conscientes de las victorias que se han logrado, por ejemplo, en Juegos Centroamericanos, otras en Bolivarianos y Juegos Centroamericanos y del Caribe, pero a decir verdad han sido poquísimas para la inversión millonaria que se ha hecho en términos generales en los últimos diez años.

Es por ello que creemos firmemente que es hora de una rendición de cuentas por parte de las organizaciones deportivas, pero más allá de ello, de la necesidad de que cada una de ellas presente un plan coherente de trabajo en sus respectivas categorías menores. Así, podría valorarse si, en efecto, el dinero que se aporta y que pertenece a todos los panameños, no está siendo tirado a la basura, como creo que hoy muchos ciudadanos piensan.

El hecho no es el de invertir por invertir, como se hace cada año cuando se aporta en la preparación y apoyo de los diversos organismos deportivos nacionales. ¿De que los atletas se lo merecen? De eso no hay la menor duda. Pero ¿merecerán esa ayuda estos dirigentes que aún no sacan un resultado satisfactorio? Honestamente, lo dudo.





viernes, 21 de junio de 2013

"El Caballo" Carlos Lee dijo adiós oficialmente

Carlos Lee por fin dijo oficialmente adiós al béisbol. Su anuncio, el día jueves, llegó dos meses y medio después de haberse iniciado la actividad en la Carpa Grande y en la que su agente no pudo colocarlo para que jugara por lo menos otras dos temporadas, como era su deseo.

Efectivamente, la intención del llamado "Caballo" coclesano era obtener un contrato que lo amarrara a un equipo por lo menos durante los dos próximos años. La idea, como dijo en una oportunidad, era evitar ser objeto de canje a media temporada a una franquicia que no le rendiría ningún tipo de beneficio económico.

Y es que tras 14 años estar involucrado en la Carpa Grande, Lee no solo buscaba estabilidad laboral sino también permanecer en una ciudad en la que no tuviera que pagar mucho dinero por razones de impuestos. Esa fue la razón principal por la que en 2012 vetó su cambio de los Astros Houston a los Dodgers de Los Ángeles y quedó enrolado en la franquicia de los Marlins de Miami.

Según él mismo informó durante la temporada muerta, recibió ofertas de los Yanquis de Nueva York, Indios de Cleveland y de los Orioles de Baltimore, pero aparentemente solo eran por una temporada y, quizás, con un salario mucho más bajo de sus expectativas.

La posibilidad de que fuera utilizado como bateador designado o en la primera base por alguno de los equipos de la Liga Americana eran la mejor opción que tuvo, pero no pudo llegarse a ningún término aceptable para el panameño.

En la situación de Lee, como señalamos, con 14 años en las Mayores, también había un factor importante ha tomar en cuenta: su familia. Es decir, para el ex jonronero de los Medias Blancas de Chicago y otros cuatro equipos, también era fundamental la estabilidad de su familia, no solo en el contexto económico sino también en el emocional. Ahora, como afirmó, tendrá mucho más tiempo para dedicarse a ellos y a sus diversos negocios, principalmente el de la ganadería, tanto en Houston como en Panamá.

"Salgo por la puerta ancha, gracias a Dios", dijo Lee al anunciar su retiro en un espacio radial deportivo.

A lo largo de sus 14 años en las Mayores, Lee logró importantes números, aunque no los suficientes para ser considerado un futuro Hall of Fame de Cooperstown. Bateó para promedio de .285, pegó 358 jonrones, la máxima cantidad para un pelotero panameño, así como anotó 1.125 carreras y empujó 1.363.

La noticia de que Carlos Lee se retiraría era esperada por los panameños desde hace mucho tiempo, pero sentimos que debió hacerse con mucha mayor notoriedad y con mayor solemnidad, digna de un pelotero de su nivel.

miércoles, 19 de junio de 2013

"Chemito" Moreno expondrá cetro gallo en agosto

PANAMÁ.- El súper campeón gallo de la AMB, el panameño Anselmo “Chemito” Moreno, realizará la que podría ser la última defensa de su cetro universal ante el colombiano William Urina, el próximo 10 de agosto en el Centro de Convenciones del Megapolis Hard Rock Café de la capital panameña.

En rueda de prensa, el empresario Sampson Lewkowicz señaló que en un segundo pleito de título mundial, la campeona pluma, la venezolana Ogleidis “La Niña” Suárez quien se medirá por segunda ocasión a la neogranadina Liliana Palmera.

La tercera faja en juego sería la interina del peso supergallo que disputarán el colombiano Oscar Escandón y el venezolano Nehomar Cermeño.

Según se ha comentado, "Chemito" Moreno tiene previsto saltar a la división de los súper gallo, por lo que el pleito ante Urina sería el último en la categoría de las 118 libras.

Al borde del abismo

Ese fue el título que utilizó el miércoles 19 un diario local para describir lo que acontece con la selección panameña de fútbol y sus posibilidades de entrar entre los tres grandes directos al mundial de Brasil 2014.

Dos derrotas consecutivas (Estados Unidos y Costa Rica) por el mismo marcador (0-2) y apenas un punto en los tres últimos cotejos (México, 0-0), echa por tierra cualquier posibilidad de encontrar la clasificación a la vuelta de la esquina y urge ganar los cuatro encuentros que aún faltan en este hexagonal.

A Panamá le esperan a partir de septiembre, encuentros frente a Jamaica y Estados Unidos, como anfitrión, y otros dos ante México y Honduras, como visitantes.

Si bien los seis puntos que se han obtenido aún posibilitan la clasificación de manera directa, es necesario hacer algo dramático para lograr esa opción.

Tras el inicio de lo que podríamos llamar la segunda etapa del hexagonal, cuando Panamá aparecía de líder con cinco unidades, pensamos y así lo sostuvimos, que era necesario aprovechar la aparente incertidumbre en que se encontraban las selecciones de México y de Estados Unidos para, por lo menos, sacarles un punto a cada uno.

Los mexicanos, lejos de presentarse como uno de los grandes de la región, estaban pasando por una grave crisis de contundencia, mientras que el técnico de los estadounidenses, el alemán Jürgen Klinsmann, parecía no encontrar aún un equipo con qué sentenciar la clasificación.

Pero, frente a estas posibilidades también se presentaban otras circunstancias que, definitivamente, debían tomarse en consideración. Y era la situación de la selección istmeña, cuajada de jugadores con grandes cualidades, pero tomados muy poco en cuenta por parte del técnico Julio Dely Valdés, a pesar de su temprana convocatoria.

Efectivamente, se pudo sacar en casa un punto ante el inestable equipo de México, pero poco se pudo hacer frente a un Estados Unidos que demostró que si bien aún no estaba en su mejor momento, sabía sacar provecho de los errores de sus contrarios. Y, en este aspecto, Panamá le brindó todas las oportunidades.

Desde el pitazo inicial, Dely Valdés mostró muy poco entusiasmo hacia la victoria, alineando a futbolista que frente a los mexicanos habían demostrado que estaban para los "leones".

Frente a Costa Rica volvió a insistir en alinear a Luis Tejada, que está hace mucho tiempo está divorciado con las redes, y al errático Armando Cooper.

No obstante, al igual que el encuentro de la noche del martes en San José, ese es otro clavo del pasado.

Realmente sentimos que Panamá cuenta con los elementos técnicos y tácticos para ir aún por la clasificación, pero son fichas que cual juego de ajedrez deben ser colocadas de manera inteligente y en el momento adecuado, no a caprichos y circunstancias del técnico.

Habrá un impase de dos meses y, entre ellos, la Copa Oro en Estados Unidos, tiempo y espacio suficiente para cavilar sobre lo que se está haciendo y pensar que la Selección no es propiedad de un grupo ni mucho menos del técnico que la dirige, y por ello se hace obligante dejar el paternalismo que ha caracterizado la gestión de Dely Valdés a un lado, y jugar con mucha mayor frialdad.

Es cierto, aún faltan muchos minutos por correr antes de quedar fuera de toda posibilidad de ir al Mundial de Brasil, pero a Panamá se le han agotado casi todas sus opciones, que lo ha colocado...al borde del abismo.

martes, 9 de abril de 2013

Las cifras no son halagüeñas


 Las cifras hablan por si sola. Solo el 48% de los atletas que participaron en una final de los Juegos Centroamericanos de San José obtuvieron el triunfo, mientras Panamá ocupaba el cuarto lugar de la competición.

Definitivamente que no son resultados halagadores y, por ello, algunos dirigentes se dan golpes contra el muro en busca de explicaciones, mientras otros aducen que el secreto está en que la inversión que se hizo para estos Juegos, considerados los Juegos Olímpicos de Centroamérica, fue poca. Apenas, 1.2 millones de dólares.

Destacan los que defiende la tesis de la inversión, en que cada medalla de oro panameña tuvo un costo aproximado a los 28.000 dólares, mucho menos si lo comparamos a los 250.000 dólares que invirtió, por ejemplo, Guatemala, que obtuvo la mayor cantidad de preseas doradas en la competición. Es síntesis, en otros países se invirtió mucho más para lograr sus objetivos.

Realmente que las cifras no dejan mentir el hecho de que, efectivamente, los demás países centroamericanos hicieron una inversión mucho mayor para obtener sus resultados. Pero, a nuestro parecer este no es el hecho importante a tomar en cuenta.

El hecho intríseco es que en Panamá sí se invierte en materia deportiva, pero sin ningún tipo de planificación y objetivos a largo plazo.

Anualmente, las inversiones que realizan los diferentes municipios en el país, principalmente el de la Capital, para promover sus actividades deportivas, el Ministerio de Educación y Pandeportes para realizar los Juegos Deportivos Escolares y Colegiales (Codicader), así como la propia institución deportiva en forma independiente, no son poca cosa.

Pero, repetimos, a nuestro entender sin una buena planificación y sin objetivos específicos.

Lo que indica que por más que se invierta en el deporte, como se hace en estos momentos, sería botar el dinero.

Como diría el recordado Sancho o Don Quijote: "Allí está el toque".

Cabría preguntar si en la dirección técnica del Instituto de Deportes existe un plan de acción para cubrir, por lo menos, los cinco años de esta administración en materia deportiva. Estoy convencido de que no existe, si tomamos en cuenta que la institución ha contado con cinco directores generales en menos de tres años de funcionamiento.

Al final, nuestro panorama deportivo no va a cambiar, si se mantiene la misma tónica de siempre, en que realmente no existe un plan a corto, mediano o largo plazo como se hace en otros países, con un programa que abarque el ciclo olímpico y que además incluya un presupuesto, con el objeto de no estar obligados a salir corriendo a cada momento para buscar partidas extraordinarias.

Esa planificación, además del deporte de alta competición, también debe tomar en cuenta la masificación deportiva que se encuentra cautiva en los centros educativos. Las escuelas y colegios son los centros ideales para buscar esa masificación, promoviendo, por ejemplo, deportes poco populares, como las pesas, el patinaje, el tiro con arco, la lucha olímpica y el hockey sobre césped.

Si realmente queremos mejorar nuestras representaciones, el desarrollo deportivo del país, necesariamente tenemos que empezar desde el principio y eso indica que hay que hacerlo desde las bases.

Es decir, la institución deportiva hace un trabajo desde las bases al igual que las organizaciones deportivas, aunando esfuerzos ambos para sacar un producto con mejor acabado que el que se produce en la actualidad. Lo único es que, como dije anteriormente, Pandeportes lo haría con un prisma mucho más amplio que las Asociaciones y Federaciones.

Al final de ese esfuerzo, debe salir el atleta de alto rendimiento, que debe estar listo para competencias de máximo nivel.

Seguirlo haciendo como hasta ahora, es mantenerse en un círculo vicioso que nos llevará a repetir los fracasos que han tenido últimamente el béisbol, en el campeonato mundial y en la eliminatoria del Clásico; el fúbol, en el premundial sub-20; la lucha, en el reciente Panamericano; y el propio deporte panameño en los pasados Juegos Centroamericanos.