miércoles, 22 de febrero de 2012

El boxeo está en crisis

PANAMÁ. Por Nicolás Espinosa s.- El boxeo mundial está en crisis, en una real crisis. La falta de verdaderos valores en el mercado internacional, sobre todo en las máximas categorías, ha obligado que promotores, empresas televisivas e incluso los propios boxeadores inventen cualquier excusa para crear una mal llamada rivalidad.



La última protagonizada por los púgiles británicos David Haye y Dereck Chisora, en momento en que se realizaba la conferencia de prensa tras la pelea de Chisora con el monarca pesado del Consejo, el ucraniano Vitali Klitschko.


Fracasados en sus refriegas titulares ante los Klitschko, ya que Haye perdió el título de la AMB frente a Wladimir en julio pasado, aparentemente la intención es la de mantenerse en los primeros planos, aunque Haye anunció su retiro de manera oficial.


Nuestra primera impresión fue que ambos deseaban “forzar” un pleito, para que el ganador pudiera tener una nueva oportunidad titular, pero después de las últimas declaraciones de Vitali Klitschko, en el sentido de que desea una revancha ante Chisora, siento que iba en la dirección equivocada.


Y es que los pleitos, los buenos, no están a la orden del día. Salvo las pocas expectativas que existen con los hermanos Klitschko, dueños de los títulos mundiales en las cuatro organizaciones, no hay forma de levantar la división pesada.


La misma situación acontece en las otras divisiones, aunque un poco más crítica porque todo se circunscribe a que Floyd Mayweather se decida por fin enfrentarse este año a Manny Pacquiao. La idea de repartir las ganancias a partes iguales tiene aún en zozobra este encuentro, que algunos expertos se adelantaron hace un par de años de llamar el “pleito de la década”.


Mientras las partes se ponen de acuerdo, Pacquiao se pone más viejo y pelea con “cualquiera”, y Mayweather, cuál vedette de alta estima, sigue sumando cifras en su cuenta bancaria.


Entre tanto, algunos feligreses tratan de calentar el ambiente a su favor. El argentino Sergio Martínez acaba de proferir insultos contra el mexicano Julio César Chávez Jr., buscando con ello forzar una pelea entre ambos, la cual fue ordenada por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).


Martínez llama mediocre a Chávez Jr. y señala que le tiene miedo, aunque culpa al promotor Bob Arum y al entrenador Freddy Roach de evitar el encuentro, porque lo consideran de poco cartel.
A juicios de ambos, según versiones periodísticas, el boxeador suramericano no levanta ni sospechas y, por tanto, es poco atractivo para la televisión estadounidense. Es decir, que tal vez la pelea se lleve a cabo, forzada por el CMB, pero con una notable baja en los emolumentos del púgil suramericano, si es que en verdad desea la refriega.


Si vamos a categorías mucho más bajas, la situación es mucho más escalofriante. El panameño Celestino Caballero renunció a su faja de las 122 libras, cansado de esperar una pelea de unificación contra “cualquier” campeón, porque no es suficiente atracción para la televisión estadounidense.


Ahora como titular pluma parece que tendrá que hacer el mismo esfuerzo o sencillamente conformarse con exponer su faja ante los pocos atractivos ($$$$) aspirantes.

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